
Hace un tiempo leí un articulo en la revista rolling stone que me llamo la atención, pues su titulo era bastante llamativo “¿discos a tres lucas?” esta habla sobre el impuesto que pagamos al comprar un disco chileno, este tiene un impuesto acumulado del 57% al fabricar, distribuir y comprar. Un disco original podría llegar a costar la mitad de su precio actual si es que se eliminara el impuesto al disco en discusión. Y es esto lo que precisamente propone la CFA (Corporación Fonográfica Autónoma), el sello de Fiscales Ad-Hok y Jiminelson (uno de mis grupos favoritos) entre otros. Si se llevara a cabo este proyecto un disco nacional llegaría a costar entre $2.500 y $3000. La CFA afirma que con estas medidas se potenciaría a las bandas chilenas, pues les abre las puertas para trabajar con mejores equipos, mejorar el sonido, impulsaría la creatividad musical, etc.Si bien estoy de acuerdo con liberar del IVA la producción de discos nacionales, creo que el gran problema que causa que el rock chileno no sea tan rentable y no surja como a la mayoría nos gustaría , no son los precios sino que la falta de interés por conocer música chilena pues a la gente en general no se da el tiempo de escuchar a bandas nuevas y con estilos distintos a lo que vemos actualmente, por lo mismo grupos como Los Bunkers y los Difuntos Correa, que tienen un estilo que hemos visto hace ya un tiempo atrás, tienen tanto éxito y no grupos como Jiminelson, Perrosky, Tsunamis, etc. Estoy convencido que el problema de que el rock chileno mas pesado no surja como debe ser, no es el precio, el disco de Jiminelson me costo 5 lucas, que por cierto no fueron fáciles de juntar, pero si lo analizamos bien 5 lucas no es nada considerando que estamos comprando música y harta gente trabaja para lograr hacer un disco.Así que dejemonos de bajar discos chilenos de chilewarez y compremos, vallamos mas a tokatas de grupos que tocan temas propios y no los mismos covers de siempre por que así impulsaremos la creatividad musical, con esto lograremos que en 20 años mas sintamos la misma emoción escuchando a un grupo chileno que cuando escuchamos a Nirvana.